Propiedades y Beneficios, Protección, Salud

Pierde peso con cáscaras de manzana

No hay refrán más clásico (a la vez que certero) que aquel que dice “consume una manzana al día y mantendrás alejado al médico”.

Lo que ya no es tan conocido es el uso de su cáscara. ¿Sabías que la piel de la manzana es todo un tesoro natural de nutrientes, antioxidantes y ácidos naturales que nos ayudan a adelgazar?

No te pierdas esta sencilla cura y verás cómo día a día te ves y te sientes mucho mejor.

¿Por qué la cáscara de manzanas me puede ayudar a bajar de peso?

Si sueles comprar manzanas orgánicas y sabes que su cultivo ha sido lo más natural posible, entonces no tengas miedo de hacer uso frecuente de su cáscara para preparar esta cura.

Nos llama la atención, sobre todo, su color. Ese tono rojo intenso, el verde, el amarillo… Existen, como ya sabes, muchas variedades de manzanas, pero es en su piel donde se encuentran gran parte de sus beneficios.

El ácido ursólico presente en la piel de las manzanas es el que nos permite ir perdiendo peso. Gracias a ese elemento podemos conseguir todos estos aspectos si la consumimos de modo regular:

  • El ácido ursólico combate el colesterol malo o LDL.
  • Regula el nivel de azúcar en sangre.

Según los datos presentados en un estudio llevado a cabo por un grupo de científicos de la Universidad de Iowa (Estados Unidos), el ácido ursólico es capaz de quemar calorías y de reducir la obesidad.

Lucha contra el desgaste muscular. De hecho, son varios los análisis que nos afirman que el consumo frecuente de manzanas y, en concreto, de su piel, ayuda a las personas mayores a mantener unos músculos más fuertes.

La piel de la manzana apenas contiene sodio, pero sí  mucha fibra y muchas vitaminas. Nos permite acelerar el metabolismo para ir quemando grasas. Además, gracias al ácido ursólico, bajaremos de peso combatiendo la flacidez de la piel.

La cáscara de manzana nos permite acelerar la curación de fracturas óseas.

La cáscara de manzana promueve tu salud digestiva para depurar grasas:

Actúa como un laxante suave: Gracias a la pectina presente en la cáscara de la manzana mejoramos el tránsito intestinal, a la vez que limpiamos de toxinas y bacterias las paredes de estos órganos. Unos intestinos limpios nos permiten absorben mejor los nutrientes.

Si tomamos de forma regular nuestra cura a base de cáscara de manzanas, iremos liberando grasas y todos esos elementos de desecho que tienden a inflamarnos y favorecen la retención de líquidos.

La cáscara de manzana es diurética y depurativa: Conseguiremos desinflamar el vientre y sentirnos mucho más ligeras todo el día.

Cura los problemas estomacales: Gracias a este sencillo remedio no solo mejoramos las digestiones y activamos el metabolismo, sino que, además, conseguiremos un adecuado antiinflamatorio natural.

Apples

¿Cómo preparar mi cura con cáscara de manzana para perder peso?

Ingredientes receta 1

  • La cáscara de 3 manzanas
  • 1 rama de canela (3 g)
  • 1 litro de agua
  • El jugo de medio limón
  • 2 cucharadas de miel (50 g)

Preparación

Para nuestro remedio necesitamos 3 manzanas, de la variedad que desees, pero es importante que sean de cultivo orgánico. Lávalas bien y después pélalas. Solo queremos la cáscara de las manzanas.

Ahora ponemos al fuego nuestro litro de agua, y, una vez llegue a ebullición, añadimos ya las cáscaras de manzana.

Añade también esa ramita de canela. Permite que se infusione todo a lo largo de 30 0 35 minutos.

Pasado ese tiempo, apaga el fuego y permite que repose.

Una vez se haya enfriado nuestra infusión de cáscaras de manzana, cuela todo el contenido y añade las dos cucharadas de miel y el jugo del medio limón.

Llevaremos esta agua a una botella de cristal, reservando en un lugar fresco. Lo tomaremos a temperatura ambiente a lo largo del día, que empezaremos con un primer vaso en ayunas.

Ingredientes receta 2

  • Las cáscaras de 3 manzanas
  • 1 cucharadita de salvia (5 g)
  • 1 litro de agua
  • El jugo de media naranja
  • 2 cucharadas de miel (50 g)

Preparación

Empezaremos, como siempre, lavando y pelando las manzanas. Una vez hayas llevado a ebullición el agua, solo tendrás que añadir los la cucharadita de salvia y las cáscaras de manzana.

Permite que se haga una adecuada decocción de todos los ingredientes a lo largo de algo más de media hora. Cuando veas que ya se percibe el olor a manzana con el vapor, ya puedes apagar el fuego.

Deja que el agua repose a lo largo de 15 minutos y, una vez esté tibia nuestra infusión de cáscara de manzanas y salvia, cuélala e incluye ya el jugo de media naranja y la miel. Remueve bien y llévala a una botella de cristal.

De los dos tratamientos aquí indicados puedes tomar el que más te agrade. Lleva a cabo esta cura a lo largo de 10 días, siguiendo una dieta baja en grasas y tomando ese primer vaso en ayunas, y los siguientes antes de tus comidas.

Tus digestiones lo notarán, te verás cada día menos hinchada y favorecerás la pérdida gradual de peso. Vale la pena ponerlo en práctica.

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